¿Qué es?
Una úlcera péptica es una llaga (herida) o un orificio que se forma en el revestimiento (forro) del estómago o el intestino. La palabra “péptico” es un término general relacionado con el tracto digestivo. Una úlcera en el revestimiento del estómago se denomina más específicamente úlcera gástrica. Una úlcera en la primera parte del intestino delgado (duodeno) se llama úlcera duodenal.
El revestimiento del estómago es una capa de células y mucosa especiales. La mucosa evita que el ácido y las encimas digestivas dañen el estómago y el duodeno. Si se produce una interrupción (rotura) en el revestimiento como por ejemplo una úlcera, las enzimas y el ácido corrosivo pueden dañar el tejido debajo del revestimiento. Si la úlcera es pequeña, es probable que haya menos síntomas y que la herida cicatrice sola. Si la úlcera es profunda, puede causar dolor serio o sangrado, y rara vez, los ácidos corrosivos de los jugos digestivos pueden destruir completamente la pared del estómago o el duodeno.
Las úlceras pépticas son muy frecuentes. Se estima que alrededor del 10 por ciento de los americanos desarrollarán una úlcera en algún momento de sus vidas. Las úlceras pueden desarrollarse en cualquier persona y a cualquier edad, pero son más frecuentes cuando las personas envejecen. Las úlceras duodenales tienden a aparecer a una edad más temprana que las úlceras gástricas. Si bien las úlceras eran más frecuentes en los hombres, los estudios recientes muestran que actualmente el índice de frecuencia es igual en hombres y mujeres.
Se cree que la bacteria Helicobacter pylori causa entre el 70 y el 90 por ciento de todas las úlcera pépticas. Este tipo de bacteria causa inflamación en el revestimiento del estómago y probablemente que el revestimiento se vuelva vulnerable. Sin embargo, la infección no es un factor determinante, ya que sólo como el 20% de las personas infectadas con el H. Pylori desarrollan úlceras.
La segunda causa más frecuente de úlceras es el uso de medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINES) como la aspirina, el ibuprofeno (Advil, Motrin y otros) y el naproxeno (Napronen). Los AINES hacen que el cuerpo produzca menos de los químicos naturales denominados prostaglandinas. Las prostaglandinas tienen varios efectos en el cuerpo. Por ejemplo, disminuyen la acidez del estómago y estimulan la producción de mucosa. Al haber menos prostaglandinas, es más probable que se formen úlceras. Las úlceras causadas por los AINES son particularmente frecuentes en las personas mayores.
Varios factores pueden aumentar el riesgo de desarrollar una úlcera péptica. Tanto las úlceras gástricas como las úlceras duodenales son hereditarias. Si usted fuma, el riesgo de desarrollar una úlcera es mayor, sobre todo si está infectado con H. pylori. El consumo de alcohol puede aumentar la producción de ácido y dañar el revestimiento del estómago. Sin embargo, a diferencia de lo que comúnmente se cree, el estrés y los alimentos picantes no parecen aumentar el riesgo de úlceras.
Síntomas
La mayoría de las personas que tienen úlceras se quejan de una sensación de ardor o dolor persistente en la parte superior del abdomen. Esto ocurre típicamente cuando el estómago está vacío y puede empeorar por las noches o al despertarse. Sin embargo, el dolor de algunas personas puede empeorar al comer. Otros síntomas incluyen náuseas, vómitos, pérdida del apetito, distensión (hinchazón), eructos y pérdida de peso. Algunos de estos síntomas se pueden aliviar con antiácidos de venta libre o evitando el consumo de alimentos picantes o ácidos. En general, los síntomas empeoran a medida que la úlcera crece o si se desarrolla más de una. Algunas personas con enfermedad ligera no tienen ningún síntoma.
En los casos más severos, es probable que las úlceras sangren o se extiendan profundamente en la pared del estómago o el intestino. El sangrado de las úlceras grandes puede poner en riesgo la vida. Puede aparecer sangre en el vómito, con una apariencia roja o negra, o parecida a los granos de café. La sangre también puede aparecer en la materia fecal (las heces), con un tono alquitranado (negro) o granate. Si la úlcera destruye completamente la pared del estómago o del intestino, podría desarrollar peritonitis, una enfermedad abdominal muy seria.
Diagnóstico
Si su médico sospecha que tiene una úlcera péptica, es probable que él o ella le recomienden alguna de las siguientes pruebas:
Prueba de anticuerpos en sangre en busca de indicios de infección por H. pylori: está prueba está ampliamente disponible y es fácil de realizar, y si el resultado es positivo, se puede recetar el tratamiento sin hacer más pruebas invasivas. Sin embargo, el análisis de sangre para detectar H. pylori no siempre es exacto. Por ejemplo, los resultados de la prueba pueden seguir siendo positivos durante años luego de que se haya tratado la infección por H. pylori. Otro problema es que la prueba no puede determinar si una infección por H. pylori ha provocado una úlcera. Las pruebas nuevas que emplean muestras de aliento o materia fecal pueden ser más exactas, pero todavía no están ampliamente disponibles.
Esofagogastroduodenoscopía, mejor conocida como EGD o endoscopía: mediante este procedimiento se introduce un tubo iluminado y flexible con una cámara pequeña en el extremo a través de la boca en el estómago y los intestinos. Esto le permite al médico examinar las paredes del estómago y del duodeno. El o ella pueden cortar un pedazo pequeño del revestimiento del estómago para una biopsia, que es un examen riguroso del tejido que se lleva a cabo en un laboratorio.
Serie gastrointestinal (GI) superior: esta es una prueba que consiste en tomar radiografías después de beber un líquido de consistencia calcárea (como yeso) que recubre el esófago, el estómago y la parte superior del intestino. Una úlcera se verá en las radiografías como un cráter que perturba al contorno liso del revestimiento del estómago y el duodeno. A veces, una serie GI superior es menos exacta que una endoscopía para diagnosticar las úlceras pépticas, pero en ciertas circunstancias, puede ser una prueba útil y menos invasiva.
Otras pruebas para detectar el H. Pylori: una infección por H. Pylori puede confirmarse por medio de una biopsia del revestimiento del estómago o el duodeno (generalmente de un borde de una úlcera, en el momento de una EGD). Otra prueba para detectar la bacteria se llama prueba del aliento con urea. Para esta prueba, debe ingerir una sustancia que contiene carbono (en muchos casos, la muestra contiene una cantidad pequeña de radioactividad). Si hay bacterias en su estómago, las bacterias causan que el dióxido de carbono se elimine a través de esta sustancia a su aliento, dando una prueba de aliento positiva. Finalmente, las muestras de la materia fecal se pueden examinar buscando proteínas que están relacionadas con las bacterias.
A veces, es necesario realizar más de una prueba para diagnosticar su condición. Si ha tenido una úlcera péptica en el pasado, que su médico podría recomendarle tratamiento sin hacer exámenes diagnósticos.
Duración
El proceso de cicatrización de las úlceras causadas por medicamentos debe comenzar poco después de suspender el medicamento. Se pueden utilizar antiácidos durante dos o seis semanas para ayudar al proceso de cicatrización y aliviar el dolor.
Las úlceras causadas por el H. pylori pueden cicatrizar una vez que se hayan matado a las bacterias. Típicamente, usted tomará antibióticos en combinación con medicamentos supresores de la acidez durante dos semanas, luego puede tomar medicinas supresoras de la acidez durante otras cuatro a ocho semanas. Las úlceras gástricas tienden a cicatrizar más lentamente que las úlceras duodenales. Las úlceras gástricas sin complicaciones tardan entre dos y tres meses en cicatrizar por completo, mientras que las úlceras duodenales tardan alrededor de seis semanas. Una úlcera puede cicatrizar temporalmente sin antibióticos, pero es normal que vuelva a aparecer o que se forme otra úlcera cerca, si no se mataron a las bacterias.
Prevención
Por lo general, las úlceras pépticas no se pueden prevenir la primera vez que aparecen. La infección por el H. Pylori es muy frecuente; en Estados Unidos alrededor del 10 por ciento de los adultos entre 18 y 30 años están infectados, al igual que el 50 por ciento de los adultos mayores de 60 años. La infección es más frecuente en personas de bajos recursos; probablemente se propaga de persona a persona y los espacios llenos de gente parecen ser un factor de riesgo.
La buena higiene (el lavarse bien las manos antes de comer y después de ir al baño) puede limitar un poco la propagación del H. Pylori.
Generalmente, las úlceras recurrentes causadas por H. Pylori pueden prevenirse si la primera úlcera se trata de manera adecuada, con antibióticos que maten a las bacterias. Usted puede prevenir las úlceras pépticas si evita el tabaco, el consumo excesivo de alcohol y el uso de AINES para el dolor.
Tratamiento
En el caso de úlceras causadas por H. pylori, el tratamiento requiere una combinación de medicamentos. El objetivo es matar a las bacterias H. pylori en el cuerpo, disminuir la cantidad de ácido en el estómago y proteger el revestimiento del estómago y el intestino. La mayoría de los pacientes se tratan con “terapia triple”, para la cual se deben tomar dos antibióticos y un medicamento supresor de la acidez durante una a dos semanas. Se pueden utilizar una variedad de antibióticos y supresores de la acidez. Comúnmente, estos medicamentos pueden ser un bloqueador H2, como la ranitidina (Ranisen) o la cimetidina (Tagamet), o un inhibidor de la bomba de protones, como el omeprazol (Losec, Ulcen, Inhibitron), lanzoprazol (Ogastro), Esomeprazol ( Nexium mups). Análogos de las Prostaglandinas, y/u otros como Sucralfato. Su médico le indicará un régimen específico según su conveniencia, el costo y las alergias que tenga.
En el caso de la terapia triple es necesario tomar entre 8 y 12 comprimidos por día y pueden aparecer efectos secundarios como náuseas, vómitos, diarrea, dolor de cabeza e infecciones por levaduras (hongos) en las mujeres. Sin embargo, el tratamiento es entre un 80 y un 90 por ciento eficaz. Algunos médicos están a favor de tomar un antibiótico detrás del otro, en vez de administrarlos todos durante el mismo período de dos semanas. Este plan también parecía ser efectivo en el momento en que se lo estudió. Podría reducir la posibilidad de efectos secundarios por los antibióticos.
Si sus síntomas no desaparecen por completo, es probable que su médico le recomiende una nueva prueba de H. pylori una vez que complete el tratamiento.
Si la úlcera aparece en un período durante el cual usted toma AINES, debe suspender el uso de los medicamentos de esta categoría. La cicatrización comenzará casi de inmediato. Los médicos también pueden recomendar medicamentos para disminuir el daño producido por el ácido durante la cicatrización. Estos pueden incluir antiácidos para neutralizar los ácidos gástricos o medicamentos que disminuyen la cantidad de ácido producido por el estómago, como un bloqueador H2 o un inhibidor de la bomba de protones.
Un tratamiento de emergencia podría requerirse si la úlcera causa un sangrado serio. Por lo general, este tratamiento se realiza a través de un endoscopio utilizando ganchos o sondas especiales. Los bloqueadores de la acidez pueden administrase por vía intravenosa y si el sangrado es severo se podrían necesitar transfusiones. En circunstancias raras, puede llegar a ser necesario realizar una cirugía para tratar una úlcera péptica perforada o que sangra. La cirugía para la enfermedad de úlcera péptica podría involucrar el coser para cerrar una arteria que sangra. La cirugía también puede prevenir la recurrencia de úlceras, cambiando el estómago de tal forma que previene la formación de tanto ácido. Los cambios que disminuyen la producción de ácidos del estómago incluyen el corte del nervio vago en el estómago o la extracción (quitar) de una parte del estómago llamada “antro”, donde se produce el ácido. Actualmente, muy pocas veces es necesario hacer una cirugía para el tratamiento de la úlcera péptica ya que los tratamientos para las infecciones por H. pylori son muy exitosos.
Cuándo llamar a un profesional
Llame a su médico si tiene dolor abdominal continuo o indigestión, o si necesita tomar antiácidos con frecuencia para prevenir estos síntomas. Busque atención de emergencia si experimenta dolor agudo repentino en la parte superior del abdomen, vómito con sangre o de color negro, o materia fecal (heces) de color granate o negro.
Pronóstico
Antes de que identificara el H. pylori, muchas personas tenían úlceras pépticas que causaban síntomas intermitentes por años. Hoy en día, con el tratamiento adecuado, las perspectivas para las úlceras pépticas son excelentes. Las personas que tienen úlceras pépticas deben evitar las aspirinas, los AINES, el consumo excesivo de alcohol y el tabaco para impedir que vuelvan a aparecer.
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